Barra estabilizadora trasera
Desde el momento en que se prepara un vehículo para uso deportivo en ocio o competición, el desarrollo de un chasis acorde al uso previsto es fundamental. El trabajo a realizar en la barra estabilizadora o más comúnmente llamado barra estabilizadora, es un paso que no debe descuidarse. La mayoría de las veces, la primera fase de modificación pasando por el cambio de las suspensiones a un material más firme y ajustable, la barra estabilizadora que hará el enlace entre los dos lados del coche tendrá que corresponder a este nuevo montaje. para obtener un comportamiento homogéneo. Por lo tanto, será necesario estimar un diámetro mayor o menor dependiendo del conjunto general.
Para el eje trasero, el objetivo es muy específico porque generalmente se desea tener la máxima estabilidad. Cuando en uso intensivo, el conductor o piloto registra su vehículo para frenar en la entrada de una curva, el eje trasero generalmente debe seguir el ritmo sin moverse. Una reacción de circuito muy típica. Pero veremos que en ocasiones es necesario dejar un poco más de movilidad al eje trasero.
Dependiendo de las disciplinas y las superficies, es obvio que la búsqueda de adherencia será más o menos subjetiva, pero queda un punto innegociable, la precisión. En un circuito donde hay que explotar cada milímetro de vía, el eje trasero debe moverse un mínimo. En los rallies donde las variaciones en las superficies, los golpes y las compresiones interrumpirán permanentemente la búsqueda de trayectoria, será necesario restaurar la movilidad al eje trasero para que pueda escapar de la transferencia de carga con mayor facilidad. Esto permitirá lograr una velocidad de encadenamiento en el devanado mucho mayor. En Drift, donde planeo y derrape son las palabras clave, es necesario saber dónde se colocará la parte trasera una vez que el vehículo esté en sobreviraje. Todo va a ser una cuestión de perfecto equilibrio cada vez.